jueves, 27 de marzo de 2014

Arboleda Incipiente

Cuidadosamente se detuvo para auscultar la arboleda incipiente en la que había descendido. Dejando la nave con precaución, ensayó unos pasos cuidadosos hacia una pequeña fogata que había dejado su descenso. Se detuvo cuando el fuego se extinguió lentamente sin dejar rastro en el suelo brillante.

Regresó al interior de la cosmonave y registró en los teclados las órdenes que necesitaba  para entender el lugar donde se encontraba y estar más seguro. Esperó los resultados mirando atentamente los tableros inusitados, que con luces de colores, le entregaban información. Sus ojos grandes miraban fijamente las luces que le indicaban las posibilidades de lo que estaba buscando. Salió nuevamente al exterior y doblándose suavemente tomó material del piso en su mano derecha, que dejó caer cuando sus dedos estudiaban su textura.  Se veía inseguro y continuaba su investigación detenidamente. Sabía de la  ineficiencia de sus computadores en ambientes tan desconocidos como los de la tierra y sobre todo después del desastre planetario que era evidente y que la había llevado a su fin. 

Sabía ya por sus máquinas que los árboles que había visto en su descenso eran nuevos y que posiblemente la vida se abría paso lentamente después de haber sido borrada por la hecatombe en el astro que visitaba.

Sentado en la puerta de la nave conjeturó una posible historia del planeta que contemplaba y la forma como se había desarrollado la vida y su posible existencia antigua  ¿cómo se pudieron mantener vivos en un planeta donde era evidente la falta de recursos? sólo conteniendo agua en abundancia.  Cautelosamente oteaba el horizonte esperando señales seguras para quedarse y obtener datos de este planeta solitario.  Está entrenado para buscar metales necesarios para sus factorías y estaciones de energía. Pero sobre todo está advertido por falta de mano de obra, que debe buscar formas de vida que puedan ser utilizadas para faenar en plantas peligrosas y en investigaciones para obtener nuevas fuentes de trabajo.

 Intentaría además, registrar información inmediata en las computadoras, para obtener datos sobre lo que ocurría en lugares donde parecía que habían existido ciudades, por los edificios derrumbados que se advertían.  Esperó atentamente los resultados con esporádicas caminatas alrededor de la nave.  Con instrumentos que pudo transportar del interior de la nave al exterior, tendría una idea exacta de los gases y compuestos que formaban su atmósfera.
Debió regresar nuevamente al navío, ante una advertencia sonora, pues las computadoras registraban una gran explosión de la que se había formado el planeta hacía millones de años atrás.  Con pequeñas referencias fotográficas se recuperaban edades históricas, edificaciones, formas humanas y todo tipo de vida que había existido en el planeta que auscultaba.  Estaba pensando detenidamente en tomar una decisión: quedarse algún tiempo más, porque según sus datos, en este planeta, existían grandes depósitos de agua, minerales, tierras raras, que al parecer, nunca se habían explorado.

En las próximas horas buscará información y elementos que le permitan, con ayuda de sus máquinas, construir una historia de la tierra anterior a su destrucción, incluso si alguna forma de vida estaba oculta en lugares internos de su ambiente rocoso.

Pero en todo caso, el explorador quería saber cómo era la vida que pudo existir aquí y si alguna forma inteligente  había construido las ruinas solitarias que podían verse en el entorno.
Pensaba, que después de millones de años, ese pequeño planeta, que desde lejos se advierte  azul intenso, quizá pueda nuevamente tener vida inteligente para inventar  libros, dioses, canciones y pequeñas naves para transportarse de un lugar a otro.

Autor: Víctor Zuluaga.

1 comentario:

  1. Juan Carlos Sánchez R.5 de abril de 2014, 9:22

    Para Cortázar la diferencia entre la novela y cuento, se asemeja a la diferencia que puede haber entre el cine y la fotografía: la novela será entonces una película, que transcurre en una secuencia de fotogramas, mientras que el cuento está más limitado y sería una foto, un único fotograma.
    Comparando ese fotograma con el cuento, debemos decir que el fotograma deberá responder por una esencia o propósito, desarrollar el “pasaje” o el tiempo desarrollado al interior del relato.

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