"10 calles atrás tenía que verla, mientras ahora
solo con mi maleta veo como este autobús sin destino me lleva a la nada.
Con la música añeja de la radio y el olor a historia de sus cartas, revivo uno a uno los días más felices de mi
vida.
20 calles atrás tenía que verla y aún no entiendo el
porqué de su ausencia, si por noches
enteras bajo su ventana toqué melodías
eternas, melodías que confesaban con el llorar de una guitarra lo triste de mi
vida sin ella.
30 calles y un giro a la izquierda, me separan ahora
del lugar donde tenía que verla, del lugar donde sus labios me inyectarían vida
y sus pupilas me robarían el aliento.
40 calles, un giro a la izquierda y un desvío marcaron una despedida, puesto que aquel encuentro era la única esperanza para que ella
no emprendiese su huida.
De pronto el sonido de un claxon y un anuncio de radio me despertaron de la
melancolía y en ese momento recordé que nuestro lugar de encuentro era dos
calles más arriba".
Autor: Melissa Fernanda Correa
No hay comentarios:
Publicar un comentario