Aun
recuerdo muy bien los acontecimientos en una excursión entre amigos. Éramos
siete personas, cuatro hombres y tres mujeres; entre ellas mi novia Sofía, una
divinidad de piel blanca, pelo largo, rizado y negro, ojos azules y cara de
bebé.
Habíamos
ido a caminar al bosque, y luego volveríamos a donde nos hospedábamos; pero
comenzó a nublarse el camino y no pudimos recordar como regresar. Estábamos a
punto de perder la cordura, de no haber sido por que Sofía avistó una gran casa
que resultó estar desocupada.
Entramos
en grupito, excepto uno de los hombres, Andrés; que decidió salir corriendo adentrándose
en el bosque.
Ya
dentro, decidimos separarnos para explorar la casa. No mucho tiempo después
escuché el llanto de una mujer, y corrí a ver.
Se
me congeló el corazón a ver la muerte que tuvo una de las muchachas, y ellos,
que habían acudido al grito, lo notaron.
-tranquilo
-me dijo Sofía -solo debemos intentar salir de aquí
-todo
esto es tu culpa –dije
-solo
di la idea, cálmate
Se
presenció un silencio acogedor, seguido por el cierre fuerte de la puerta, y el
sonido de una motosierra en la desesperación de un muchacho.
Sentía
tanto miedo que no pude mantenerme consciente.
Cuando
desperté, me encontraba en un sofá al lado de Sofía y de, supuse, el último
muchacho; y alarmado pregunte:
-¿que
ocurre?
-hay
un fantasma -me respondió.
-¡¡¿un
fantasma?!! -pregunté sorprendido.
-si,
se han caído los vasos solos, las puertas cerrándose fuerte y sombras pasando.
-no
estarás contando una mala película de terror
-no
es una película mala
El
muchacho me miró con cara de “vamos a morir”
-porque
yo soy la protagonista -dijo Sofía encorvándose y cambiando fuertemente su
expresión facial; para luego sacar un cuchillo de su espalda y acabar con el
muchacho.
-¿que
haces? -me preocupé
-tomar
venganza, por todo lo que me hicieron ustedes; Amy cuatro ojos, ¿te acuerdas?
Al
terminar la oración me empujó contra una barra de metal de la pared, hasta
encajarla en mi estómago; luego coge una vela encendida y una rosa.
-yo
soy como esta rosa, si la ves con buen ojo la ves hermosa, siendo más hermosa
por dentro; pero cuando la acercamos al fuego -apago la vela con la rosa -se
quema por dentro, siendo aun hermosa por fuera. Ustedes fueron mi fuego.
De
repente llega Andrés con un palo en las manos y empieza a golpear a Sofía. Pero
no pude aguantar el sangrado y perdí el conocimiento.
Me
desperté con mi pijama de diario y pensé: “todo fue una típica pesadilla de
terror”. Pero la ilusión se fue desvaneciendo al notar que estaba en un
hospital, viendo todo con niebla. Y como era de esperarse estaba tomado de la
mano de Sofía.
Autor: Juan Carlos Ortiz.
Que cuento mas kul wow super
ResponderEliminarMe encanto, super bueno
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