REC- Qué curioso es estar al borde de este
precipicio y pensar que en contados segundos acabaré con lo poco que he sido. Más
curioso aun es el hecho de mirar hacia atrás a mi pasado y no ver nada, nada
que valga tanto la pena como para continuar con este sufrimiento constante en
que se ha convertido mi vida.
Mi nombre es Elijah y tengo casi
cuarenta años de vida. Me gradué de ingeniero hace ya mucho tiempo de una
universidad cualquiera. No tengo familia, excepto aquella gente que por azar
adquirió la obligación de adoptarme y llamarme su hijo. Siempre fui buen
estudiante y un muy buen deportista. Me gustaba la música y el cine, y no había
algo que disfrutara tanto como un buen libro; jamás habría cambiado las dos
semanas que me tomó leerme el Conde de Montecristo por un viaje a Europa, por
cualquier fiesta, o por cualquier mujer. Nunca sufrí accidente alguno, tuve una
vida demasiado normal, común, viví solo las experiencias que eran necesarias
vivir, nada extraordinario. En mis últimos años conocí muchas mujeres pero
ninguna de ellas me conoció verdaderamente. Trabajé para varias compañías farmacéuticas
y en ninguna conseguí ascensos. Viaje sólo lo necesario: EEUU y Europa. Y esa
fue practicamente toda mi vida. Que triste es ver que mis cuarenta años pueden
ser plasmados en tan pocos renglones de una página.
Es por eso que he decidido viajar
hasta aquí y lanzarme al vacío. Y es que ¿para qué continuar con esto?, si hasta
el día en que muera sé que todo seguirá igual de común y corriente, moriré como
cualquiera de los millones y millones que han muerto, tendré una lápida, en
ella dirá << Elijah Niemoller 19..-20.., Buen hombre>>, en cosa de
meses nadie llorará por mí y pocos me recordarán. Al menos al saltar me aseguraré
una primera plana en cualquier diario sensacionalista.
Pero antes de saltar quiero que
los que escuchen esta cinta sepan que toda vida es hermosa y no me la estoy
quitando porque la encuentre sosa, aburrida o triste, sino porque me he dado
cuenta muy tarde de que lo que estoy viviendo ya no es MÍ vida, sino LA vida, y
digo LA vida porque es algo general, algo de animales, una simple y constante
transferencia de energía de un sitema abierto con su medio. Y ya no puedo
recuperar M´I vida. Desde el día en que renuncié a lo que quería, a quien quería,
a tomar el riesgo de tirar una piedra desde una ventana y no preocuparme si
lastimo a alguien o no. Desde ese día comencé a vivir LA vida, la vida de
muchos, no la mía. Así que hoy me quito LA vida, no M´I vida, porque ya esa la perdí
hace mucho tiempo.
Quien encuentre esta cinta...recuerde
que usted es el único que puede vivir SU vida. No piense tanto las cosas, como
usted las haga están bien porque es SU vida. Cuando lo que consideres bueno o
malo sea lo que siempre has escuchado en tu casa o trabajo sin que te tomes la
molestia de pensar un poco en lo que es realmente bueno o malo, acompáñame y
salta de este risco.
Autor: Mateo Duque Villegas.
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