jueves, 27 de marzo de 2014

PARTE 2: EL VUELO DE LA FLOR PURPURA

Gran tristeza, había llegado a todas las partes del mundo su consumo se masifico y esa tristeza que siempre dejaba al final y que solo se calmaba consumiéndola más. Logro tocar las fibras del corazón de Onhú, esté ser que fue creado para salvaguardar el mundo en tiempos de oscuridad, y que por lo general solo dormita hasta que las cosas ya estén por llegar a su punto final. Decidió despertar y mirar que era lo que ya estaba por pasar; asustada de la magnitud del daño que había logrado gran tristeza; una batalla dijo, hay que empezar. Convoco a todos los líderes de las etnias que la conformaban y los insto en conjunto a luchar, solo que un problema surgió; no todos estaban dispuesto a gastar, sus recursos por combatir este mal. La gran Onhú propuso discutir alternativas con tal de enfrentar este mal. Pero lo único que consiguió fueron recriminaciones de una y otra parte, nadie asumía su responsabilidad, quienes cultivaban a gran tristeza, le echaban la culpa a quienes la consumían; Y quienes la consumían le echaban la culpa a quienes la producían.

Y en este discutidero que permanecieron, no se percataron que gran tristeza había evolucionado a otras formas más peligrosas, ahora tenía una flor purpura que te hacia volar,  una vez que la tocabas morir era la única forma de dejar. Los mercaderes oscuros y poderosos de los pueblos del Lejano Norte, Asustados por las consecuencias de la Flor Purpura, de forma rápida y sin premeditar decidieron armar a los aparatos Muntay, estos eran de una u otra forma los familiares gobernanzas, de los hijos de serpiente azul y la cordillera en el territorio de Nañori. Los aparatos Muntay habían sido designados; de una u otra forma y por lo general a través de engaños publicitarios, que decían que ellos podían mantener el orden, la libertad y la fraternidad dentro de todo lo que se llamaba “patria” concepto extraño que algunas veces significaba: porción grande de tierra, que albergan una, dos o más seudo especies semi-pensantes, que osan decir que comparte un mismo origen y unas misma costumbres. Cosa extraña, acaso todos no partimos y somos lo mismo, Agua y Tierra, pero eso es otro cuento.

Otras veces y dependiendo del poder que tenían unos sobre otros se decía que patria es: la virtud que se adquiere para matar al que difiere o es diferente de uno. Otra designación de verdad extraña pero de por si el mundo es extraño, sino porque vuelan las flores purpuras…

Los aparatos Muntay siempre se habían quejado ante la gran Onhú de no combatir a gran tristeza y sus evoluciones por no tener la capacidad logística, o sea no tenían armas ni experiencia en la guerra, y como ya lo habíamos visto la magia de papel verde obtenida por los hijos de serpiente azul y cordillera y muchas otras etnias guerreras que habían aparecido por allá, y las constantes luchas entre ellos, los habían vuelto auto-poderosos, y seudo-independientes. Y los aparatos Muntay eran cobardes para dedicarse a enfrentar esta gran responsabilidad. Pero presionados por los Lejanos del Norte y la dormitada gran Onhú, decidieron buscar quien los pudiera preparar, encontraron a los descendientes de los Aintilas, recordar, aquellos seres del pasado cercano que eran abominaciones del mal, eran tan malos, que la maldad su madre, fue muerta después de que nacieran, adoraban las armas, tenían un instinto natural para la guerra, la perversidad, y la tortura era su único placer en el oficio de la venganza de guerra.

Los Senseme a estos los había concebido la perversidad y la demencia,  en una universidad de matemáticos e ingenieros, eran calculadores, premeditados, insensibles a todo, y precisos. Planificaban y controlaban todo, ni siquiera la poderosa magia del papel verde los hacia evitar cumplir su objetivo final, hacer el Mal, lo único que sabían hacer y lo único que hacían bien. Los Antilas habían hecho tan buen trabajo educándolos, que ellos mismos fueron víctimas de su nueva creación. “Extraño universo donde no hay mejor opositor que tu propia creación.”

Ellos prepararon a los guerreros del aparato Muntay que ahora se llamarían F.E.I quedaron transformados en máquinas sin cerebro ni corazón, casi una perfecta copia de los Senseme, excepto que ellos tenían I.Q muy alto.

Los F.E.I, diseñados y dispuestos a la guerra contra los productores y defensores de gran tristeza y sus evoluciones, arrasaron con todos aquellos que se cruzaran en su camino, sus campañas militares eran salvajes, eso levantado muchos más odios y venganzas porque a pesar de todo, varios de los sacrificados no eran combatientes, ni pertenecían a ninguna de estas etnias guerreras, además muchas eran víctimas de estas. Y el tiempo de la oscuridad de gran tristeza continuaba para muchos sin ningún cambio de verdad como fue el caso de los Apolonios, ahora victimas también de los F.E.I por suposición o presunción, bajo un concepto llamado guerra preventiva, algo que les estaba dando demasiado poder a los F.E.I.

En ese punto, y para qué No se les salieran del control del aparato Muntay, empezó a limitar el poder de acción de los F.E.I, les determino un frente de ataque. Y ese fue, el solo combatir a los guerreros que defendieran a gran tristeza, y solo cuando estos atacaran primero, esto dejo una delgada línea de acción militar, que a veces fallaba y eso desembocaba en un sin número de represarías y recriminaciones de tipo legal; legal porqué el aparato Muntay, había creado todo un sistema de normas y leyes supuestamente para convivir en paz. Aunque muchas de ellas se quedaban cortas o eran tergiversada por algo extraño que aún no se entiende que es y porque aparece; que se llamaba “corrupción” mal misterioso que tal vez sea producto de una invasión extraterrestre porque ni los genios han podido encontrarle cura, algunos dicen que hay que esperar a la segunda venida del Patrón, en los tiempos finales de la revelación, que él si la acaba, pero eso ya es otro cuento. 

En tanto el aparato Muntay, limitaba el poder de los F.E.I, para que no se salieran de su control se dieron cuenta que para ir venciendo a gran tristeza debían usar otros métodos en este punto apareció los Reliciensos, lacayos de los lejanos pueblos del norte, destacados por su exagerada religiosidad a su seudo conocimiento científico, muy útil por cierto, para darle un problema a cada solución, en otros lugares los llamaban inteligencia militar, y los más clasistas solo les decían científicos académicos.

Ellos propusieron usar el jugo de naranja para eliminar a gran tristeza solo desde el aire, este jugo de naranja era un compuesto multivitamínico y mineral que al ser esparcido con aviones sobre los campos de gran tristeza y sus evoluciones, los descomponía. Éxito dijeron lo mejor que hemos hecho dijeron otros, solo que había un problema, el jugo de naranja destruía todo lo que se le atravesaba esterilizaba la tierra, enfermaba a los animales y a todos los seres que entraran en su contacto.

Pero la presión de Onhú y los lejanos pueblos del Norte, eran tan grande que no importo, paso mucho tiempo y entre guerras de todos los bandos y la aspersión del jugo de naranja, siempre surgían más víctimas colaterales, esto empezó a despertar odios y más deseos de venganza, pero ahora, frente al aparato Muntay. Este  preocupado porque esto no se le volviera un círculo vicioso de maldad y destrucción, y perdiera su control que era muy rentable, ya sabrán ¡porqué! Se percató que debía reparar y restaurar a sus víctimas, y a todas las victimas del tiempo de la oscuridad que género gran tristeza y sus evoluciones, al parecer decían tener el poder de resurrección, cosa que se cree robaron de otro cuento. El aparato Muntay se responsabilizó de todo y empezó a procesar un sin número de normas entre esas conseguir los recursos para poder reparar a las víctimas, para eso aplicaron como norma pagar tributos de guerra, paradoja porque si se buscaba la paz para que se pagaba por la guerra, acaso la paz era la guerra. El cuento no acaba aquí hay más pero alguien grito: "país sin-vergüenza, "DAS MIEDO" eres tan peligroso, por qué estas lleno de idiotas que se entregan a los mensajes subliminales de una estúpida caja de luces. Gobiernas con idiotas, y odias a los que han logrado no ser idiotas, los condenas a tu sucio poder de números "mercancía". No eres más que un idiota cobarde que buscas solo tu confort. Ahora solo te encuentro entre el odio y el sarcasmo de una risa lapidaria, evidenciando tu mediocridad y poder de ignorar lo evidente,  des-vergüenza de tú y tu mayoría idiota, quédate con todo que ya no es nada después de que la has devorado ¡cronos! unos caen, otros mueren, pero nada peor que la indiferencia, y la complacencia de los idiotas. Ustedes no son más que la des-vergüenza. - a los compañeros olvidados "ortep"- CONTINUARA o tal vez ya no.
Autor: Daniel Alejandro Garreta.

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