Y
en este discutidero que permanecieron, no se percataron que gran tristeza había
evolucionado a otras formas más peligrosas, ahora tenía una flor purpura que te
hacia volar, una vez que la tocabas
morir era la única forma de dejar. Los mercaderes oscuros y poderosos de los pueblos
del Lejano Norte, Asustados por las consecuencias de la Flor Purpura, de forma
rápida y sin premeditar decidieron armar a los aparatos Muntay, estos eran de
una u otra forma los familiares gobernanzas, de los hijos de serpiente azul y
la cordillera en el territorio de Nañori. Los aparatos Muntay habían sido
designados; de una u otra forma y por lo general a través de engaños
publicitarios, que decían que ellos podían mantener el orden, la libertad y la
fraternidad dentro de todo lo que se llamaba “patria” concepto extraño que
algunas veces significaba: porción grande de tierra, que albergan una, dos o
más seudo especies semi-pensantes, que osan decir que comparte un mismo origen
y unas misma costumbres. Cosa extraña, acaso todos no partimos y somos lo
mismo, Agua y Tierra, pero eso es otro cuento.
Otras
veces y dependiendo del poder que tenían unos sobre otros se decía que patria
es: la virtud que se adquiere para matar al que difiere o es diferente de uno. Otra
designación de verdad extraña pero de por si el mundo es extraño, sino porque
vuelan las flores purpuras…
Los
aparatos Muntay siempre se habían quejado ante la gran Onhú de no combatir a
gran tristeza y sus evoluciones por no tener la capacidad logística, o sea no
tenían armas ni experiencia en la guerra, y como ya lo habíamos visto la magia
de papel verde obtenida por los hijos de serpiente azul y cordillera y muchas
otras etnias guerreras que habían aparecido por allá, y las constantes luchas
entre ellos, los habían vuelto auto-poderosos, y seudo-independientes. Y los
aparatos Muntay eran cobardes para dedicarse a enfrentar esta gran
responsabilidad. Pero presionados por los Lejanos del Norte y la dormitada gran
Onhú, decidieron buscar quien los pudiera preparar, encontraron a los
descendientes de los Aintilas, recordar, aquellos seres del pasado cercano que
eran abominaciones del mal, eran tan malos, que la maldad su madre, fue muerta después
de que nacieran, adoraban las armas, tenían un instinto natural para la guerra,
la perversidad, y la tortura era su único placer en el oficio de la venganza de
guerra.
Los
Senseme a estos los había concebido la perversidad y la demencia, en una universidad de matemáticos e
ingenieros, eran calculadores, premeditados, insensibles a todo, y precisos.
Planificaban y controlaban todo, ni siquiera la poderosa magia del papel verde
los hacia evitar cumplir su objetivo final, hacer el Mal, lo único que sabían
hacer y lo único que hacían bien. Los Antilas habían hecho tan buen trabajo
educándolos, que ellos mismos fueron víctimas de su nueva creación. “Extraño
universo donde no hay mejor opositor que tu propia creación.”
Ellos
prepararon a los guerreros del aparato Muntay que ahora se llamarían F.E.I
quedaron transformados en máquinas sin cerebro ni corazón, casi una perfecta
copia de los Senseme, excepto que ellos tenían I.Q muy alto.
Los
F.E.I, diseñados y dispuestos a la guerra contra los productores y defensores
de gran tristeza y sus evoluciones, arrasaron con todos aquellos que se
cruzaran en su camino, sus campañas militares eran salvajes, eso levantado
muchos más odios y venganzas porque a pesar de todo, varios de los sacrificados
no eran combatientes, ni pertenecían a ninguna de estas etnias guerreras,
además muchas eran víctimas de estas. Y el tiempo de la oscuridad de gran
tristeza continuaba para muchos sin ningún cambio de verdad como fue el caso de
los Apolonios, ahora victimas también de los F.E.I por suposición o presunción,
bajo un concepto llamado guerra preventiva, algo que les estaba dando demasiado
poder a los F.E.I.
En
ese punto, y para qué No se les salieran del control del aparato Muntay, empezó
a limitar el poder de acción de los F.E.I, les determino un frente de ataque. Y
ese fue, el solo combatir a los guerreros que defendieran a gran tristeza, y
solo cuando estos atacaran primero, esto dejo una delgada línea de acción
militar, que a veces fallaba y eso desembocaba en un sin número de represarías
y recriminaciones de tipo legal; legal porqué el aparato Muntay, había creado
todo un sistema de normas y leyes supuestamente para convivir en paz. Aunque
muchas de ellas se quedaban cortas o eran tergiversada por algo extraño que aún
no se entiende que es y porque aparece; que se llamaba “corrupción” mal
misterioso que tal vez sea producto de una invasión extraterrestre porque ni
los genios han podido encontrarle cura, algunos dicen que hay que esperar a la
segunda venida del Patrón, en los tiempos finales de la revelación, que él si
la acaba, pero eso ya es otro cuento.
En
tanto el aparato Muntay, limitaba el poder de los F.E.I, para que no se
salieran de su control se dieron cuenta que para ir venciendo a gran tristeza
debían usar otros métodos en este punto apareció los Reliciensos, lacayos de
los lejanos pueblos del norte, destacados por su exagerada religiosidad a su
seudo conocimiento científico, muy útil por cierto, para darle un problema a
cada solución, en otros lugares los llamaban inteligencia militar, y los más
clasistas solo les decían científicos académicos.
Ellos
propusieron usar el jugo de naranja para eliminar a gran tristeza solo desde el
aire, este jugo de naranja era un compuesto multivitamínico y mineral que al
ser esparcido con aviones sobre los campos de gran tristeza y sus evoluciones,
los descomponía. Éxito dijeron lo mejor que hemos hecho dijeron otros, solo que
había un problema, el jugo de naranja destruía todo lo que se le atravesaba
esterilizaba la tierra, enfermaba a los animales y a todos los seres que
entraran en su contacto.
Pero
la presión de Onhú y los lejanos pueblos del Norte, eran tan grande que no
importo, paso mucho tiempo y entre guerras de todos los bandos y la aspersión
del jugo de naranja, siempre surgían más víctimas colaterales, esto empezó a
despertar odios y más deseos de venganza, pero ahora, frente al aparato Muntay.
Este preocupado porque esto no se le
volviera un círculo vicioso de maldad y destrucción, y perdiera su control que
era muy rentable, ya sabrán ¡porqué! Se percató que debía reparar y restaurar a
sus víctimas, y a todas las victimas del tiempo de la oscuridad que género gran
tristeza y sus evoluciones, al parecer decían tener el poder de resurrección,
cosa que se cree robaron de otro cuento. El aparato Muntay se responsabilizó de
todo y empezó a procesar un sin número de normas entre esas conseguir los
recursos para poder reparar a las víctimas, para eso aplicaron como norma pagar
tributos de guerra, paradoja porque si se buscaba la paz para que se pagaba por
la guerra, acaso la paz era la guerra. El cuento no acaba aquí hay más pero
alguien grito: "país sin-vergüenza, "DAS MIEDO" eres tan
peligroso, por qué estas lleno de idiotas que se entregan a los mensajes
subliminales de una estúpida caja de luces. Gobiernas con idiotas, y odias a
los que han logrado no ser idiotas, los condenas a tu sucio poder de números
"mercancía". No eres más que un idiota cobarde que buscas solo tu
confort. Ahora solo te encuentro entre el odio y el sarcasmo de una risa
lapidaria, evidenciando tu mediocridad y poder de ignorar lo evidente, des-vergüenza de tú y tu mayoría idiota,
quédate con todo que ya no es nada después de que la has devorado ¡cronos! unos
caen, otros mueren, pero nada peor que la indiferencia, y la complacencia de
los idiotas. Ustedes no son más que la des-vergüenza. - a los compañeros
olvidados "ortep"- CONTINUARA o tal vez ya no.
Autor: Daniel Alejandro Garreta.
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