jueves, 27 de marzo de 2014

LA VIGA EN EL OJO



 
Los últimos hombres cayeron a la sombra de la gran máquina. La última guerra había sido monótona, mas máquinas y menos hombres, solo los que manejaban esas máquinas tuvieron un último chance de sobrevivir. X-25, el más reciente software de predicción algorítmica proclamaba  destrucción masiva había calculado que el final seria a causa de una enfermedad, no de una guerra.

La ciudad lucia como un desierto de chatarra, los pocos hombres vivos parecían roedores, el tono gris del cielo a causa de la contaminación hacia impenetrable la luz del sol; el apocalipsis había llegado, se había instalado  y su permanencia en el tiempo se volvió costumbre, cuando menos pensamos estábamos inmersos en la peor de las mierdas de toda la historia humana. Habíamos descendió a lo más bajo de la evolución, o en pocas palabras, habíamos involucionado.

El último sobreviviente despertó después de la gran explosión, su final, su límite… ya no tendría a quien odiar, solo en el mundo se avizoraba un nuevo horizonte, tal vez una nueva raza, un nuevo mundo un nuevo lugar…

Salvado ese primer día y esa primera noche vio un nuevo horizonte, un nuevo alba, por fin entre la niebla de la contaminación se vio un rayo…

Unas máquinas voladoras distintas asomaban al este… nacía un nuevo mito…

Autor: Andrés Felipe Salazar

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